El suelo sano actúa como una esponja: absorbe agua y luego la libera lentamente de nuevo en el suelo. Una esponja de tierra se hace agregando a la tierra materia orgánica, como abono y manteniéndola cubierta.
Una esponja viva para el suelo
El agregar compost al suelo aumenta el espacio de los poros, lo que le permite retener más aire y agua. También alimenta a los microorganismos del suelo, lo que ayuda a las plantas a crecer y reduce la necesidad de pesticidas y fertilizantes. Algunos fertilizantes están formulados para liberar nutrientes lentamente, dando a las plantas un suministro para toda la temporada y reduciendo la pérdida de agua. Obtenga más información sobre Clean Water GROW [en inglés] para alimentos de plantas que no dañan el medio ambiente.
El suelo descubierto es vulnerable a la compactación y la erosión. Cubrir el suelo con plantas u otros materiales blandos, como mantillo, lo protege del impacto de la lluvia y del viento. La aplicación de mantillo también lo ayudará a absorber agua, creando una esponja de suelo aún mejor.
Al hacer del suelo una esponja, nuestros suelos pueden ayudar a disminuir las inundaciones, cultivar plantas felices y reducir la contaminación.